Fuimos de visita para terminar nuestro fin de semana en Lima (ya que el restaurant tenía buena calificación y estábamos cerca). El lugar es bastante simpático en la decoración entre hindu y superhéroes y juguetes antiguos de niños.La carta tiene pocas opciones pero lo peor de toda fue la demora de más de 1:30 por los platos, que en ningún caso le llegaban a los talones a otros restaurantes de la zona.Pedimos un risotto de pulpo, el risotto estaba salado y el pulpo más preparado, tb pedimos un lomo a la pimienta que venía helado y el sabor bastante que desear. Otro plato fue lomo con ñoquis a la huacaina, en el que el lomo estaba reseco ( a pesar de que la cocción fue solicitado 3/4) y los ñoquis eran una muestra escasa en el plato.El único plato que se salvó la noche, fue el panzoti relleno de ratatoile a la andina, un sabor distinto y bien preparado.No recomiendo el lugar, habiendo tantos restaurantes exquisitos en Lima, no pierdan el tiempo con este!!!